En el diario que trataré de novelar aquí,
escribiré que hoy miércoles me he encontrado con Hasek en la estación. No me ha
saludado. Caían cuatro gotas y seguramente no me ha saludado por ello: la gente
no tiene ganas de saludar mientras llueve.
I. Empecé a leer el libro “El Danubio” de
Claudio Magris. Al buscar las fuentes del río, Magris subió a una cima y
comprobó que unos charcos le mojaban los zapatos. Y siguió subiendo y vio que
las fuentes del Danubio se hallaban en el cobertizo de una casa de piedra de la
que descendía un canalón que recogía sus aguas de un grifo que no podía
cerrarse jamás y, por lo tanto, las fuentes del Danubio se hallaban ahí, en ese
canalón, y que, por ser coherentes, tal como Magris escribe, ese canalón era el
Danubio y que si se cerraba el grifo que surtía de agua al canalón se secarían
Bratislava, Budapest y también Viena. Supongo que una vez allí debió de tocar
el agua que salía del grifo con su mano y que, por ser coherentes, en ese
momento, él mismo era el Danubio.
II. Sin cerrar el libro de Magris,
mantengo abierto el libro “Las aventuras del valeroso soldado Schwejk” de
Jaroslav Hasek por la página en la que Schwejk entra en la celda de una prisión
de Praga. Allí se encuentra con cinco hombres sentados en una mesa y otro, de
mediana edad, tumbado en una litera y manteniéndose separado como si el Danubio
– tal vez el Moldava- pasara entre
ellos. Al preguntar Schwejk el motivo por el que estaban allí encarcelados, los
cinco que estaban alrededor de la mesa contestaron que se hallaban allí por lo
del archiduque Francisco Fernando de Austria y el atentado de Sarajevo que
había tenido lugar esa misma mañana. Schwejk se sentó con los conspiradores
porque él también había sido acusado por ello aunque, como los otros cinco,
sólo por comentarios y chistes tabernarios sobre el emperador. «El sexto, el
que se apartaba de los demás, dijo que no quería tener tratos con ellos para
que no sospecharan de él, porque él sólo estaba allí por haber intentado robar
y asesinar a un campesino de Holitz»
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