En el comedor del hostal de Praga me he
encontrado con el viejo soldado que, mientras comía unas hojas de acelga, debía
de estar pensando en la época que sirvió de dragón en los ejércitos
napoleónicos. Mi hostelera me contó que, realmente, el viejo formó parte de la
resistencia durante la invasión nazi y que una granada, lanzada con torpeza por
un compañero, le estalló cerca de la sien, aunque no recuerda nada: «la
violencia de la impresión había acabado con la impresión misma.» (1)
I. «El papel del escritor es inseparable
de difíciles deberes. Por definición, no puede ponerse al servicio de quienes
hacen la historia, sino al servicio de quienes la sufren…
Cualesquiera que sean nuestras flaquezas
personales, la nobleza de nuestro oficio arraigará siempre en dos imperativos
difíciles de mantener: la negativa a mentir respecto de lo que se sabe y la
resistencia a la opresión.» Discurso de
Albert Camus durante la entrega del Premio Nobel de Literatura de 1958.
II. Cuando Hrabal escribía que el hombre
no podía descoserse de su época, se estaba refiriendo a eso, a la capacidad de
no aparecer ligado a la neutralidad ante los acontecimientos, o de evadirse por
omisión de la acción ante la injusticia. Y si ese
hombre hubiera sido un escritor, como él, no hubiera sido de recibo que hiciera
saltar los botones de su camisa tratando de desligarse de aquello que a todos
aprieta, como tampoco lo sería de haber sido panadero.
III. Leo un párrafo de “El arte de la
fuga” de Sergio Pitol: «Aquí se han de romper a hachazos las puertas de la
tiranía para destruirlas, porque si las abrimos con su propia llave, quedarán
en pie y volverán a cerrarse.»
IV. Magris, en “El infinito viajar”,
advierte también de aquellos literatos que caen en «esa fácil retórica
contestataria, listos para indicar metas sociales abstractas e imposibles con
el fin de obtener de ello la autorización a desinteresarse de cada pequeño
proceso concreto». Uno de esos pequeños procesos es el que cuenta Pitol cuando,
en una manifestación en apoyo de los maestros, la participación de
intelectuales fue muy importante; « no sólo estaban los muy jóvenes, sino
también aquellos a quienes considerábamos como nuestros maestros… La respuesta
no se dejó esperar: una represión desmedida.»
(1) Cita entrecomillada de W.G.Sebald
(1) Cita entrecomillada de W.G.Sebald